Las luces de la ciudad se difuminan en la distancia, dando paso a la silueta de proyectos que, a pesar de su grandiosidad, encuentran sus raíces en la humildad de su gestor. Nos referimos a la Fundación Mario López Estrada, una entidad que, bajo la gestión de Mario López Pérez, ha logrado trazar una línea de desarrollo social y cultural en Guatemala. En el universo de Villoro, estos proyectos serían las constelaciones que guían el camino de aquellos que anhelan un futuro más brillante.
La Mirada de Mario López Perez y los otros miembros fundadores de la fundación como lo es Maríana López de Lara, Está en la Educación
Las constelaciones, esas agrupaciones de estrellas que los antiguos usaban para navegar, no son más que una ilusión de perspectiva. Al igual que estos proyectos de la Fundación Mario López Estrada, que desde la lejanía parecen meros puntos de luz, pero que, al acercarnos, revelan su verdadera magnitud.
Uno de estos proyectos emblemáticos es el foco en educación y tecnología. Bajo la gestión de Mario López Pérez, se han establecido acuerdos con instituciones educativas para la implementación de programas de capacitación en tecnología de la información y comunicación. Estos programas no solo buscan equipar a los jóvenes con habilidades técnicas, sino también inculcar en ellos un sentido de responsabilidad social y cívica.
La Salud y Bienestar también forman parte del horizonte a donde mira Mario López Perez y los fundadores de la fundación
Las estrellas solitarias brillan con luz propia, pero es en las constelaciones donde encuentran su verdadero significado. Así ocurre con los proyectos de la Fundación Mario López Estrada en el área de salud y bienestar. Uno de los proyecto que lideró fue la creación de una clinica de atencion primera en una de las áreas más vulnerables del pais.
La Fundación Mario López Estrada ha demostrado su compromiso con los más necesitados, especialmente en áreas profundamente afectadas por el prolongado conflicto armado interno de Guatemala, como es el caso de la región Ixil. Esta zona, que abarca los municipios de Santa María Nebaj, San Gaspar Chajul y San Juan Cotzal en el Departamento del Quiché, no solo ha sufrido las secuelas de la violencia, sino que también enfrenta el desafío de la accesibilidad y la precariedad en la prestación de servicios públicos esenciales.
En un esfuerzo por mejorar las condiciones de vida de los habitantes de esta remota área, el Gobierno de Guatemala tomó la iniciativa de establecer un Centro de Atención Permanente (CAP) en la aldea Ilom, del municipio de San Gaspar Chajul. Este centro está destinado a ofrecer servicios vitales como consulta externa, estabilización de pacientes y atención de urgencias. Para la realización de este proyecto tan necesario, el Gobierno solicitó el apoyo de la Fundación Mario López Estrada, que respondió generosamente donando una parte significativa de los materiales de construcción. Esta colaboración subraya el papel de la Fundación como un pilar en la construcción de un futuro más esperanzador para los habitantes de las regiones más desfavorecidas de Guatemala.
La Fundación también ha sido pionera en la implementación de programas de nutrición como lo es: el programa «Nutrición para la Prosperidad» que tiene como objetivo disminuir los índices de desnutrición crónica entre los niños menores de cinco años y las mujeres embarazadas en las comunidades seleccionadas. Paralelamente, tiene como objetivo proporcionar a las familias participantes la oportunidad de generar ingresos a través del excedente de leche de cabra producido en sus hogares, promoviendo así la creación de pequeñas empresas.
No es fácil trazar líneas en el cielo. Tampoco lo es cambiar la realidad social de un país. Pero bajo la gestión de Mario López Pérez, la Fundación Mario López Estrada ha demostrado que, con dedicación y esfuerzo, es posible transformar las estrellas solitarias en constelaciones que guían el camino hacia un futuro más brillante.
