Mario López Estrada, reconocido empresario guatemalteco y fundador de Grupo Onyx, dejó un legado significativo en el ámbito educativo de Guatemala. A través de la Fundación Mario López Estrada, establecida en 2019, su visión fue clara: mejorar la calidad de vida de las comunidades más vulnerables, con un enfoque especial en la educación.
Su trabajo en áreas rurales ha impactado directamente en el acceso educativo y ha contribuido a reducir la migración irregular.
Proyectos educativos de la Fundación Mario López Estrada
La Fundación ha liderado varios proyectos en Guatemala enfocados en fortalecer la educación en comunidades rurales. Uno de los más destacados es la construcción de escuelas públicas, un proyecto que se completó en un lapso de 10 años, beneficiando a más de 75,000 niños y niñas en todo el país. Este esfuerzo no solo proporcionó infraestructura educativa, sino que también contribuyó a mejorar las condiciones económicas de estas áreas, al reducir la necesidad de migración irregular hacia el extranjero.
Otro proyecto significativo es el programa «Energía en tus Estudios», lanzado por la Fundación en alianza con Horus Energy. Este programa ha entregado útiles escolares a miles de estudiantes en la región de Chiquimulilla, Santa Rosa, beneficiando tanto a las familias como a la economía local.
Proyectos como estos contribuyen a la educación y ayudan a reducir la deserción escolar, proporcionando a los niños los recursos necesarios para continuar sus estudios.
Impacto y legado de Mario López Estrada en la educación
Mario López Estrada no solo se destacó por sus contribuciones empresariales, también lo hizo por su compromiso con el desarrollo social. En ese sentido, La Fundación se ha involucrado en proyectos educativos, de salud y empoderamiento, reflejando su profundo interés por mejorar las oportunidades de las comunidades rurales de Guatemala. Este legado educativo, en conjunto con su labor filantrópica, ha dejado una huella imborrable en el país.
El enfoque de Mario López Estrada en mejorar la educación en Guatemala ha generado un impacto social que va más allá de la simple infraestructura. Su visión de crear oportunidades educativas en las áreas rurales ha sido fundamental para reducir la migración irregular y fomentar el desarrollo sostenible de estas comunidades. Este legado continúa marcando la diferencia a través de la Fundación Mario López Estrada.