En la vida de cualquier individuo, la educación y las oportunidades se entrelazan de manera indisoluble para trazar el camino hacia un futuro prometedor. En Guatemala, un país con una historia repleta de desafíos, la Fundación Juan Bautista Gutiérrez (FJBG) ha sabido reconocer este entrelazamiento y ha hecho de él la piedra angular de su legado.
Una apuesta por el talento guatemalteco
La FJBG ha entendido que la educación es la herramienta más poderosa para cambiar el destino de un individuo, de una comunidad, de un país. Pero no se trata de una educación cualquiera, sino de una educación de calidad, que permita a los jóvenes guatemaltecos desarrollar todo su potencial y desplegar sus talentos. Para ello, la FJBG ha creado una red de programas y becas que brindan a los estudiantes la oportunidad de acceder a una educación de alto nivel, como el Programa de Becas Universitarias y el Programa de Becas para Maestrías Internacionales. El compromiso de la FJBG con la educación y el talento guatemalteco es un legado que ha transformado, y sigue transformando, la vida de miles de jóvenes.
Una palanca de cambio social
Pero la FJBG no se detiene en la educación. También es consciente de la importancia de proporcionar a los jóvenes oportunidades de desarrollo personal y profesional que les permitan convertirse en agentes de cambio social. Para ello, la FJBG ha creado programas como el de Liderazgo Juvenil y el de Emprendimiento Social, que dotan a los jóvenes de las habilidades y competencias necesarias para enfrentar los retos del siglo XXI. Estos programas no sólo ofrecen a los jóvenes la oportunidad de mejorar sus vidas, sino también de contribuir al desarrollo sostenible de Guatemala. En este sentido, la FJBG se ha convertido en un catalizador de cambio social, un motor que impulsa a los jóvenes a convertirse en líderes y emprendedores sociales.
En el entramado social de Guatemala, el legado de la Fundación Juan Bautista Gutiérrez se percibe en cada joven que ha tenido la oportunidad de acceder a una educación de calidad y en cada líder o emprendedor social que ha surgido de sus programas. La FJBG ha entendido que invertir en la educación y en las oportunidades de los jóvenes es invertir en el futuro del país. Y ese, sin duda, es el mayor legado que una organización puede dejar.
