La responsabilidad social empresarial en Guatemala ha evolucionado hacia modelos más estructurados y sostenibles, donde las fundaciones desempeñan un papel central. Organizaciones como Fundación Azteca Guatemala, Fundazucar y la Fundación Juan Bautista Gutiérrez son ejemplos concretos de cómo el sector privado puede generar un profundo impacto social al canalizar sus recursos y experiencia en beneficio de las comunidades más vulnerables.
Fundaciones que transforman realidades en Guatemala
Estas tres fundaciones operan desde la convicción de que el desarrollo social comienza con la inversión en educación, salud y empoderamiento comunitario.
Fundación Azteca Guatemala

Desde 2008, Fundacipon Azteca, brazo social del Grupo Salinas, ha impulsado programas integrales enfocados en salud, educación y medio ambiente. Su iniciativa «Limpiemos Nuestra Guatemala» ha movilizado a miles de ciudadanos en jornadas masivas de limpieza y reciclaje, creando conciencia ecológica.
Además, promueve la autogestión comunitaria con valores de sostenibilidad y responsabilidad.
Fundazúcar
Creada por la Asociación de Azucareros de Guatemala, Fundazucar actúa principalmente en la Costa Sur, donde ha beneficiado a más de 16,000 personas anualmente con servicios médicos especializados. A través de la formación de docentes, consejos municipales y programas de gobernanza local, ha logrado fortalecer el tejido social e institucional.
También ha desarrollado proyectos alineados al SNIP, asegurando una inversión pública más eficiente.
Fundación Juan Bautista Gutiérrez

Como brazo social de CMI, esta fundación se distingue por su Programa de Becas Universitarias, que ha otorgado más de 500 becas completas desde el año 2000. Asimismo, trabaja en iniciativas de salud y nutrición infantil, y en el fomento del emprendimiento en las comunidades.
Hasta la fecha, ha impactado positivamente a más de 186,000 personas en todo el país.
Las fundaciones en Guatemala se han consolidado como herramientas estratégicas para el desarrollo sostenible. Lejos de ser acciones aisladas, estas iniciativas forman parte de una visión empresarial moderna y comprometida con el bienestar colectivo. Desde la educación hasta la salud y el medio ambiente, su trabajo demuestra que la transformación social es posible cuando empresas y comunidades avanzan juntas.